Son peligros demasiado evidentes y enfermedades demasiado cronicas los sufrimientos que tenemos que tolerar con las discusiones parlamentarias.
Hay que sacrificar la finanza y el capital usurero hasta hacerlo desaparecer, sea cual sea el precio para dar trabajo, y hay que contener o eliminar la plutocracia para garantizar la paz nuestra a nivel mundial.
Si el mundialismo es un estado para superar la crisis, debe desaparecer incruenta o cruentamente.
España y Europa se lo merecen por tradición e historia.
J.B.
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