Quiero hablar de nuestras comunes responsabilidades frente a un enemigo comun,los acontecimientos de los ultimos años pudieron haber ayudado a iluminar ese desafio para algunos.
Pero las dimensiones de su amenaza se han vislumbrado ampliamente en el horizonte durante muchos años.
Cualquiera que sea nuestra esperanza para el futuro,para reducir esta amenaza o vivir con ella,no hay escapatoria tanto de la gravedad como de la totalidad de su desafio,para nuestra supervivencia y nuestra seguridad.
Un desafio que se nos enfrenta con maneras en las que no estamos acostumbrados en cada esfera de actividad humana,este desafio mortal impone sobre nuestra sociedad, dos requisitos de directa preocupacion,tanto para la persona como para el presidente,dos requisitos que pueden parecer casi contradictorios en el matiz,pero que se deben reconciliar y realizar si queremos resolver este peligro Nacional,me refiero en primer lugar a la necesidad de una mayor informacion publica y en segundo lugar a la necesidad de un mayor secreto oficial,la misma palabra secreto es repugnante en una sociedad libre y abierta.Y nosotros somos como personas intrinsicamente e historicamente opuestos a las sociedades secretas,a los juramentos secretos y a los procedimientos secretos.
Decidimos hace tiempo que los peligros de la ocultacion excesiva e injustificante de hechos pertinentes sobrepasan de lejos los peligros que se citan para justificar tal ocultacion.
Incluso hoy,existe poco valor para asegurar la supervivencia de nuestra Nacion si nuestras tradiciones no sobreviven con ella. Y existe el gran y grave peligro de que una proclamada necesidad por aumentar la seguridad sea arrebatada y utilizada por aquellos ansiosos e impacientes por expandir sus intenciones.
TENEMOS LA OPOSICION ALREDEDOR DEL MUNDO.
J.B.
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